sábado, 21 de junio de 2008

CREATIVIDAD ANTE PROBLEMAS PERSONALES


Ahí afuera no hay luz ni color. Sólo hay ondas electromagnéticas.
Ahí afuera no hay sonido ni música, sólo hay variaciones periódicas en la presión del aire.
Ahí afuera no hay ni frío ni calor, sólo hay moléculas en movimiento con mayor o menor energía cinética; y así sucesivamente.
Finalmente, ahí afuera no hay dolor.


Heinz von Foerster

Von Foerster nos dice lo mismo que Maturana, a lo cual adhiero por la contundencia de sus expresiones: No hay nada fuera de la mente. No hay manera de conocer el afuera sin contaminarlo con nuestra observación.

La creatividad debiera servirnos para desenredar problemas. Pero uno por lo general se desentiende o posterga una solución, en este caso estoy refiriéndome a dificultades personales… que todos tenemos.

Hace dos semanas decidí convocar a mis alumnos de TEA –cátedra sobre creatividad- para que ayudaran con ideas a una amiga periodista que estaba sin trabajo. Y como ellos aún tienen un pensamiento ecológico, alejado de mezquindades y de ruidos neuróticos, se pusieron a trabajar solidariamente. Salieron varias ideas interesantes, que las reenvié a mi querida amiga. El cambio que ella experimentó y el aliciente que potenció positivamente su alicaído ánimo, la llevaron a poner manos a la obra.

Cuando uno tiene problemas no está en las mejores condiciones para pensar, para hallar una salida.

Nuestras decisiones se desenvuelven en medio de variantes, por caso comenzar con un MOVIMIENTO PROACTIVO, es decir plantear la problemática, establecer un objetivo determinado y finalmente ir en su búsqueda. Claro, una cosa es pensar hacia adelante cuando tenemos garantizado el pago de los servicios mínimos, y otra diferente es cuando estamos con dificultades económicas. En este punto, curiosamente, es muy poca la gente que pide ayuda económica a terceros. Me parece un error. Uno no caerá en la imprudencia por hacerlo; la vida siempre dará oportunidad de devolver el doble. Entiendo que generoso no es solamente el que da sino también el que sabe recibir. Porque lo hace a sabiendas de que si solicita es porque está acostumbrado a dar. Suelo recomendarles a los estudiantes que si tienen sed pidan agua. ¿Por qué pensar que el otro tiene que darse cuenta?

También existen los MOVIMIENTOS MUDOS, especie de punto muerto en el cual, pese a todo, pese a la multiplicidad de acciones, las soluciones no aparecen. Y nacen los sentimientos de íntima frustración. Cuidado, a veces necesitamos tiempo, no conviene entonces considerar que estamos fracasando. Porque el fracaso tal vez resulte ser el éxito diferido.

Sumado a este panorama, contamos con los MOVIMIENTOS DE LA NORIA, damos vueltas y llegamos finalmente al mismo lugar. (Si vives tu día como si fuese el último, algún día tendrás razón, dijo no recuerdo quién.) Mi amiga es una excelente escriba, ha realizado producciones interesantísimas. Pero su situación es la réplica de cientos de casos similares, gente talentosa sin trabajo.

Los MOVIMIENTOS ARRIBA ABAJO, se pueden definir así: arribás a la meta… y enseguida te corren la cinta de llegada. Atención: cuando uno mejora tiende a achancharse y no entendemos qué está pasando. Es como si nos faltaran cinco para el peso.

Creo que continuamente dejamos de lado cuál es la causa de nuestro problema. El ser humano, la propia existencia, es demasiado compleja. No es que haya un solo motivo; hay decenas. Vale la pena escribirlos, escudriñarlos, dividirlos en partes. El diagrama del por qué suele prestar ayuda. Preguntar cinco veces por qué. Una vez realizado este procedimiento, usamos las técnicas de creatividad que he posteado en entregas anteriores. Y sirven, claro que sirven. Son tecnologías que nos acompañan a lo largo de la vida.

No todos recuerdan la tabla del 9; no pasa nada, existen las calculadoras. Tengo amigos que dicen no saber multiplicar tres o cuatro cifras. Sin embargo, conviene aprender de memoria esas técnicas, ejecutarlas e incorporarlas como el aire fresco que respiramos. Uno puede estar sin comer, sin beber… por un tiempo. Pero, sin respirar…

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