sábado, 30 de enero de 2010

WAYNE KRANTZ LIVE



Es un guitarrista de Jazz Fusion, que tocó con grandes del jazz, como el batero Billy Cobham y el saxofonista Michael Brecker, entre otros.

Su primer album fue Signals, lanzado en 1990 y en el que participaron Dennis Chambers en la batería, la guitarrista y pianista Leni Stern y el bajista Anthony Jackson.

En 1992 arma un trío con el bajista Lincoln Goines y el batero Zach Danziger. Con esta formación grabo “Long To Be Loose”, en 1993, y “Drink Minimum”, en 1995.

Estos primeros 3 albumes, con la discografica Enja Records.

En 1996 graba un album acústico con Leni Stern, llamado “Separate Cages”.

En 1997 forma otro trío, con Tim Lefebvre en el bajo y Keith Carlock en la batería; en esta etapa cambió mucho su estilo.

En 1999 graba “Greenwich Mean”, en 2002 “Your Basic Live” y en 2007 “Yout Basic Live ‘06”. Estos ultimos, de producción propia.

A disfrutarlo se ha dicho!

viernes, 29 de enero de 2010

SEASICK STEVE: SE PUEDE, CON TRES CUERDAS Y 68 AÑOS



Este músico, que la viene peleando hace décadas, está asomando su fama lenta pero sostenidamente. Mezcla de homeless y personaje extraño, hoy es reconocido por una elite de grandes intérpretes. Tiene una personalidad tan fuerte que la trasunta en su estilo de usar las tres cuerdas de su guitarra, acompañado por una caja que pulsa con el pie izquierdo. Otro ejemplo más que nos recuerda que "el que la sigue, la consigue".

domingo, 24 de enero de 2010

SI ESTÁS TRISTE, MIRÁ ESTE VIDEO...



Sorry, para entender este video, hay que ser argentino. Y saber quién es Jacobo, Guido, El Laucha, anche Marcelo. Caso contrario, vas a acentuar tu tristeza.

miércoles, 13 de enero de 2010

DIVAGUES...




(Hoy, un técnico de Fibertel arregló la conexión de mi compu con el mundo. Pasaron cinco días, tiempo que aproveché para leer libros pendientes y ver pelis… Quién me pagará el lucro cesante? Sin Internet, las arcas de mi economía bajan bastante, claro.)

Por los cerros de Úbeda: Hay gente que me conmueve; por ejemplo, esa que es correcta en sus modales, simpática, sonriente… y que es incapaz de mantener un diálogo. Pareciera que tiene la enorme capacidad de no darle bola al otro; no le va ni le viene lo que digamos. No se involucra con uno. Pero no lo hace notar, sólo sonríe…

Esas personas tal vez sean filósofos encubiertos… o superados sin diploma, a quienes les resbala el suelo mojado de nuestras charlas. Me habría gustado padecer cierto déficit de coagulación en la sangre, como esa gente; pero no, uno vino de fábrica con el factor X bien regulado. Entonces, de golpe, me asoma el fantasioso deseo de ser como ellos, por lo menos por un ratito, para ver qué se siente. Después de todo, quién dijo que está bueno mi interés por los demás, por lo que ellos dicen, por sus historias? O, quién me hizo creer que es bueno el estado empático con el que me relaciono con los otros? Hoy sentí que quizá ellos posean el secreto de la vida, que, por ahora, no registro ni remotamente.

(Los de Fibertel no tuvieron la culpa; fue alguien –de otra empresa- que conectó mal los cables de la caja central.)

Vagabundear de neuronas: Creo que tengo razones para seguir viviendo y es que detesto embromar al prójimo. Es una desventaja notable, porque advierto que son muchísimos los que se sienten a sus anchas jorobando al semejante. Y ésa es pues la más grande de sus razones para mantenerse vivos! El eje central de su existencia. Creo que les falta nobleza, aunque estimo que esa cualidad no es una virtud, al igual que el buen gusto. Creo que es una mixtura entre cómo venimos al mundo y cómo nos han educado.

“Hay gente con la que el tiempo hace una obra buena y gente con la que hace malas obras…”, me dijo una amiga los otros días. No voy a discutirle, tengo la sensación que es tal cual. Ojalá que seguir viviendo haga de mí lo mejor posible, no?

(Quedarse sin Internet es un sano ejercicio de auto disección.)

domingo, 3 de enero de 2010

EN MI CUMPLE, DIRÉ LO QUE PIENSO...


Coincidiendo con mi cumpleaños de la fecha, mi querido amigo Luís Coudannes me envió un correo que contiene palabras salidas de las neuronas de Mario de Andrade, poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño. Entonces, le dije a Luis que agregaría mis impresiones de algunos aspectos de la vida, porque también noto que estoy atravesando el valioso tiempo de la edad madura. (Luego de las comillas, siguen mis elucubraciones.)


..EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS


“Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban
pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que
no se va a lograr nada. Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos. Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades. Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás..."


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Ayer le dije a una amiga, luego de pasar por un momento de ansiedad que aceleró mi corazón, que sería un dato curioso morir justo el día en que nací, es decir el 3 de enero. Esa pavada fue expresada en medio de un ataque de risa, porque complementé mi frase imaginando que ella daría el parte a mis seres queridos, detalle que no le hizo demasiada gracia.

Hoy, Luís Coudannes envía un mail con el alegato del escritor de Andrade y me dieron ganas de decir cuáles son las cosas que me tienen harto y cuáles me hacen feliz.

Las fiestas de fin de año 2009 dispararon algunos desencantos personales, incentivados por la circunstancia de conocer extranjeros que han venido a Argentina a estudiar (gratis) o a trabajar.

A ellos les digo que me han cansado con la religión del niñito Jesús; con las tradiciones de las novenas, que se celebran en uno de los países más violentos del planeta y que reúnen a innumerables familias para rezar, en vez de juntarlos para decidir qué hacer para derrotar al narcotráfico o elegir mejores presidentes; con los rituales de los agüeros ridículos, que ocluyen la oportunidad de crecer en serio de golpe, para tomar las riendas de la propia responsabilidad hacia el futuro. De las comidas tradicionales de su país, que añoran en vez de decidirse por regresar a su terruño, ya que nadie los obligó a instalarse en el nuestro.

También me fastidian los celos que les causa la Argentina, a la que admiran pero se las arreglan para odiarla enseguida. Sin embargo, por lo bajo, se encargan de anunciar en Facebook que están pasando sus días en el país de Gardel y Maradona, a fin de que sus coterráneos sientan penosa envidia. (En qué quedamos?).

Me dan rechazo los que enarbolan la religión para tapar sus miedos a vivir la vida. Son tan grotescos, que olvidan que nadie escucha lo que dicen sin ver lo que hacen. Dios les sirve a muchos para tapar su pereza, su falta de iniciativa, su corazón lleno de avaricia, su oportunismo para sacar ventaja… con la supuesta venia de un amable ser superior, que nunca se metería en esos chanchullos.

A ellos, hoy tengo ganas de repetirles lo dicho en otras ocasiones: que no involucren al todopoderoso con sus vidas; antes mejor, sean buenas personas y resultará suficiente. Porque imagino lo fastidioso que se sentirá el tipo, sabiendo que usan su nombre para hacer y decir lo que se les canta. También, que se dejen de embromar con las manifestaciones externas de sus creencias; es una fatuidad que no tiene nombre…

En cambio, a esta altura of my life, me pone feliz la perspectiva de un nuevo amor, ahhh… eso sí que vale la pena.

Que mis hijos sigan por el camino que han elegido, ahhh... cómo alimenta mi alma y la de ellos. Que la gente comprenda que tiempo y espacio no existen, y que es una convención para no llegar tarde a una cita y/o para recibir las facturas mensuales en un domicilio cierto.

También vale la pena cocinar para uno y para otros; iniciar una second life lleno de optimismo; conocer al dedillo los propios pecados; viajar… a donde fuere, pero viajar.

Y, lo que a su vez me pone dichoso, es cuando la gente inicia el camino del autoconocimiento, a través de la terapia. Hablando de eso, a muchos les hace ruido saber que vivimos en un país con notorio número de personas que apelan al psicoanálisis para ser mejor gente, si es que eso fuese posible. (A mí sí me mejoró, puesto que aprendí a separar la paja del trigo; jamás podré agradecer como querría lo que los psicoanalistas han gestionado en mi psiquis para enriquecer mi vida… y de paso la de algunos.)

Ufa, me cansé, pero me di el gusto de decir mi palabra. Ahora puedo festejar mi cumple con serena tranquilidad. Se ve que la taquicardia de ayer tenía algo que ver con lo que hoy termino de expresar. Brindo por todos Uds.! Pues, ya me brindé… Y soy argentino, aunque de estirpe universal, sin distinción de banderas, como dicen por allí. Mi regalo es un hermoso espejo, para aprender a mirarse.