"PELIGRO", DE JIMENA ARNOLFI. CORTOMETRAJE

Ya sabemos que en el país de los ciegos el tuerto no es rey; al contrario, al tuerto lo matan.

“Peligro”, el cortometraje de Jimena Arnolfi, radiografía la otra cara de una Argentina que no queremos ver, porque es vejatoria, indigna de un país que se jacta del don de los 4 climas –me refiero al de las condiciones atmosféricas, porque de las otras temperaturas se encarga el filme-. Y digo Argentina -si bien los referentes generales aluden al conurbano de la provincia de Buenos Aires-, puesto que el cuadro marginal se replica en varios rincones de esta amada Nación.

“Peligro” es también la exhibición de una realidad difícil de comprender; más si hemos pasado por la experiencia de vivir en países europeos (cuyos territorios individuales, es archisabido, son similares a la provincia de Tucumán) o la estada breve en algunos de Latinoamérica, con extensiones territoriales interminables y de riquezas incalculables. Para agarrarse la cabeza, porque más que eso uno no puede hacer. Sé de la ligereza de esta afirmación, aunque mi debilidad aparezca cargada de salvajismo.

Jimena Arnolfi -autora del guión, dirigido por Nicolás Otero-, es a mi entender una de las intelectuales jóvenes más lúcidas de Argentina. Poetisa descomunal, periodista comprometida, actual productora del nuevo programa de Ernestina País, Día Perfecto. La conozco de sobra, porque fui su profesor en la materia Creatividad (RADIOTEA) en la carrera Producción. Y puedo indicar que mi apuesta a su talento es metafísica, por cuanto sólo el tiempo dará la razón a esta testificación.

Una anécdota pintará su capacidad e inteligencia: la vez que pensó una idea para hacer un programa de radio, y cuando me la contó, no titubeé en decirle que era imponente, una pegada única en su género. Arnolfi me miró con ojos humildes, como dudando…

Otros ex alumnos completan los créditos: Soledad Yapura y Gonzalo Lettieri en Archivos; Romina Saracusti, como Directora de Fotografía; Christian Ugalde en Edición- Animación.

Jimena es la tuerta lúcida del país de los ciegos; habrá que cuidarla y mimarla en demasía, como en el posteo de la fecha.