jueves, 25 de marzo de 2010

LA VOCACIÓN. LA PROVOCACIÓN

Si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto. Henry Ford

Cuál es el mejor camino que uno debería tomar para conseguir un fuerte objetivo personal? La respuesta parece haber sido encontrada por Jodorowsky: El que te haga más feliz.

La semana pasada lo charlé con mis alumnos y luego con un amigo. A éste último le di mi opinión: -Creo que las vocaciones se encuentran cuando uno está en movimiento. Uno se mueve y de golpe dice. LISTO, TENGO QUE IR POR ACÁ.

-Lo peor es la seguridad, porque la creatividad se nutre de la inseguridad y eso es lo bueno. Hay que dar el gran salto y saber que casi nunca el agua nos llegará al cuello, seguí diciéndole a mi amigo.

Lo que más uno ama ya es nuestro, ahora o más tarde, siempre que lo queramos de verdad.

Una alumna hizo un gran aporte a mi clase, luego que dije: viviremos altibajos; saborearemos momentos gloriosos y también instantes desalentadores. Pero el precio será encontrarnos y tocar una felicidad posible. Vamos, es bastante…

Entonces ella expuso algo de tremenda sabiduría juvenil:-
Profe, aunque uno NO siga su vocación, también pasará por momentos así. Pero… si uno va tras los dictados de lo que cree, se sentirá feliz! Esa es la gran diferencia!

(Enseguida expresé que si ella no hubiese participado con tamaño razonamiento, mis explicaciones habrían quedado nulas. Por suerte, sus compañeros la aplaudieron con muchas ganas.)

Cómo cuesta entender que lo único que uno tiene es a sí mismo. Y que siempre estaremos solos, o sea, con nosotros mismos.

La comodidad, lo conseguido hasta ahora nunca se comparará con la fortaleza subjetiva de seguir íntimos deseos.

Tener un ingreso económico seguro, cualquiera lo logra. Estoy convencido de que el mayor ingreso es la construcción de los proyectos intangibles más queridos. Lo demás es historia. La mirada de la gente, los amigos, los parientes, nada de eso tiene valor, salvo circunstancial.

Ya tengo muchos años y he visto morir a varios. Y qué quedó de ellos? No demasiado. Igual pasará conmigo, no es mucho lo que voy a dejar, salvo algunas composiciones musicales, un libro de creatividad que acabo de finalizar y dos o tres cositas más. Y, claro, también el ejemplo que les di a mis tres hijos referido a seguir siempre una vocación y nunca un trabajo que se aleje de nuestra esencia.

Al comienzo casi nadie se tira a la pile y sale adelante solo. La historia de todos los que hicieron algo que valiera la pena, fue a prueba y error y contaron con la ayuda de otros.

No se puede hablar de fracaso sin siquiera intentarlo. Aparte, pienso que lo único que marcará la diferencia será comenzar, no importa por dónde.

Quizá uno no sea cobarde sino contumaz para con sus ideas. Cómo saber "qué gusto tiene la sal" sin probarla antes?

Uno tiene que volverse sabio, si es a los golpes, mejor.

El siguiente poema fue escrito por uno de los más grandes pensadores argentinos: Leonardo Castellani. Sacerdote jesuita cuya vocación más auténtica estuvo centrada en su fe en Dios. (Vocación religiosa).

Obtuvo el título más alto que la Iglesia Católica otorga a los más Sabios de los doctores. Un diploma con la firma del Papa Pio XII y el Propósito General de la Compañía de Jesús; Doctor Sacro Universal, que lo habilitó a enseñar filosofía y teología sin reválida.

Tuve la dicha de conocerlo y visitarlo, hace muchísimos años, en momentos en que, paradójicamente, yo perfilaba un incipiente agnosticismo en mi psiquis.

Jauja es un extenso poema sustancioso, dedicado al filósofo existente Soren Kierkegaard.

A su vez, es el canto a la vocación más fuerte que alguien pudiera sentir.

Se animan a leerlo con detenimiento?

JAUJA

Yo salí de mis puertos tres esquifes a vela
Y a remo a la procura de la Isla Afortunada
Que son trescientas islas, más la flor de canela
De todas es la incógnita que denominan Jauja
Hirsuta, impervia al paso de toda carabela
La cedió el Rey de Rodas a su primo el de León
Solo se aborda al precio de naufragio y procela
Y no la hallaron Vasco de Gama ni Colón.

Rompí todas mis cosas implacable exterminio
Mi jardín con sus ramos de cedrón y de arauja
Mis libros de Estrabonio de Plutarco y de Plinio
Y dije que iba a América, no dije que iba a Jauja.
Pinté verdes los cascos y los remos de minio
Y las vela como alas de halcón y de ilusión
Quedé sin rey ni patria, refugio ni dominio
Mi madre y su pañuelo llorando en el balcón.

Muchas veces la he visto, diferentes facciones,
Diferentes lugares, siempre la misma Jauja
Sus árboles, sus frondas floridas, sus peñones
Sus casas, maderamen del más perito atauja.
Su señuelo hechicero de aromas y canciones
Enfervecía el cielo de mi tripulación,
Mas desaparecían sus mágicas visiones
Apenas la ardua proa tocaba el malecón.

La he visto entre las brumas, la he visto en lontananza
A la luz de la luna y al sol de mediodía
Con sus ropas de novia de ensueño y esperanza
Y su cuerpo de engaño decepción y folia.
Esfuerzo de mil años de huracán y bonanza
Empresa irrevocable pues no hay volver atrás
La isla prometida que hechiza y que descansa
Cederá a mis conatos cuando no pueda más.

Surqué rabiosas aguas de mares ignorados
Cabalgué sobre olas de violencia inaudita
Sobre mil brazas de agua con cascos escorados
Recorrí la traidora pampa que el sol limita.
Desde el cabo de Hatteras al golfo de Mogados
Dejando atrás la isla que habitó Robinson
Con buena cara al tiempo malo y trucos osados
Al hambre y los motines de la tripulación.

Me decían los hombres serios de mi aldehuela
“Si eso fuera seguro con su prueba segura
También me arriesgaría, yo me hiciera a la vela
Pero arriesgarlo todo sin saber es locura...”
Pero arriesgarlo todo justamente es el modo
Pues Jauja significa la decisión total
Y es el riesgo absoluto, y el arriesgarlo todo,
Es la fórmula única para hacerla real.

Si estuviera en el mapa y estuviera a la vista
Con correos y viajes de ida y vuelta y recreo
Eso sería negocio, ya no fuera conquista
Y no sería Jauja sino Montevideo.
Dar dos recibir cuatro, cosa es de petardista,
Jauja no es una playa-Hawaii o Miramar.
No la hizo un matemático sino el Gran Novelista
Ni es hecha sino para marineros de mar.

Las gentes de los puertos donde iba a bastimento
Risueñas me miraban pasar como a un tilingo
Yo entendía en sus ojos su irónico comento
Aunque nada dijeran o aunque hablaran en gringo.
Doncellas que querían sacarme a salvamento
Me hacían ojos dulces o charlas de pasión
La sangre se me alzaba de sed o sentimiento
Mas yo era como un Sísifo volcando su peñón.

Busco la isla de Jauja, sé lo que busco y quiero
Que buscaron los grandes y han encontrado pocos
El naufragio es seguro y es la ley del crucero
Pues los que quieren verla sin naufragar, son locos
Quieren llegar a ella sano y limpio el esquife
Seca la ropa y todos los bagajes en paz
Cuando sólo se arriba lanzando al arrecife
El bote y atacando desnudo a nado el caz.

Busco la isla de Jauja de mis puertos orzando
Y echando a un solo dado mi vida y mi fortuna;
La he visto muchas veces de mi puente de mando
Al sol de mediodía o a la luz de la luna.
Mis galeotes de balde me lloran ¿cuándo, cuándo?
Ni les perdono el remo, ni les cedo el timón.
Este es el viaje eterno que es siempre comenzando
Pero el término incierto canta en mi corazón.

Oración

Gracias te doy Dios mío que me diste un hermano
Que aunque sea invisible me acompaña y espera
Claro que no lo he visto, pretenderlo era vano
Pues murió varios siglos antes que yo naciera
Mas me dejó su libro que, diccionario en mano,
De la lengua danesa voy traduciendo yo
Y se ve por la pinta del fraseo baquiano
que él llegó, que él llegó.
*
Leonardo Castellani

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy Hermoso!!! sino fueramos tras el Jauja, sería como no cumplir el propósito de mi Vida

Domingo Lupis dijo...

Es cierto. Jauja es también la fuerza de nuestra vocación.

Gracias por tu comentario