jueves, 30 de octubre de 2008

MARKETING DE LA MODA



Lugar: Universidad de Belgrano, todos los miércoles a las 19.
Titular de cátedra: Licenciada Diana Matassa.

Cada vez más emprendedores se acercan a la UB, para participar de este jugoso seminario. La idea es proveer herramientas clave, con el propósito de imprimir un giro posible y a su vez rentable a los esfuerzos de quienes encaran el desarrollo de su propia empresa de productos o servicios.
Cómo hay que trabajar para que nuestra marca se posicione con voz propia, definida, unívoca. Y cómo diferenciarse del resto. Por eso, ayer, conversé con los asistentes sobre la decisión de generar valor agregado y que esto nos distinga (conseguir ser distintos) de la competencia. Puesto que si no lo hacemos, correremos riesgo de quedarnos empantanados en un commodity. Y lo peor, no advertir el gran rango de precios que hay en el rubro. Como acontece con la comercialización de vinos, a nivel global; cotizaciones que van desde 3 o 4 pesos pesos hasta cientos de dólares.

Por eso, la escalera de emergencia será siempre, y en todos los casos, poner en funcionamiento las neuronas, para rodear nuestro trabajo con rasgos de permanente creatividad. Que desde luego, es una acción al alcance de todos los que eliminen la policía mental del no se puede; los NO paralizadores; las creencias inservibles del pasado.

Tomar riesgos, dejar volar la imaginación, innovar como filosofía indiscutible, será el modo de instalarse en la vanguardia.
Ahora bien, lo supradicho no queda en sanas pero anodinas expresiones de deseos sino en posibilidades ciertas. Cómo? Tal cual sucedió anoche, en donde los alumnos corroboraron uno a uno que sus cabezas pueden producir una idea por segundo. Ideas que, bien trabajadas, operan un cambio notable en nuestras diarias actividades. Por eso, he vuelto a señalar que sólo hay que aprender una palabra para lograrlo: disparador. Y luego ponerse en acción. Puesto que el conocimiento no será precisamente lo que nos llevará a los cambios sino la práctica de generar frecuentes disparadores para convertir un carbón en piedra preciosa.

Mi gratitud a Diana Matassa, por permitirme vivir lo que más me hace feliz: compartir el pensamiento y las acciones con los demás.

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