Ahora te quiero ver, el avión está a punto de despegar, dale, persignate, de paso me río de esa fantochada mientras el comandante guarda los flaps.
Estás solo, papi. Es como la pantalla en blanco cuando te disponés a crear. Ahí te persignás? Mirá que si lo hacés, diosito te va a ayudar, de paso no vendría mal un par de padrenuestros, según recomiendan los curas de religiosidad mistonga.
Ajústense los salvavidas... perdón, los cinturones de seguridad, me equivoqué, dirá el comandante para zafar del fallido. Y vos, mientras tanto, dale que te dale con los avemarías y versitos parecidos. Rezá, siempre rezá, así te limpiás al atorrante que llevás encima. Total, el sentido de la religión son los impíos, no los píos.
Qué tendrá Ramiro Agulla que siempre encuentra una idea originalísima?, dice tu cabecita.
Respuesta: Ramiro, como miles de creativos, tiene siempre un disparador, algo que convoca asociaciones libres, ideas sueltas informes que luego se irán puliendo hasta sacarles brillo.
Vos, igual que él, tienen a disposición las mismas factibilidades. Pero, lamentablemente, te comunico que hay que laburar. Sabelo, las técnicas creativas sirven cuando te olvidás de ellas. (Aprendés a nadar cuando te olvidás del agua, a manejar cuando lo hacés mecánicamente, en fin...)
Anotalo por ahí, bien a la vista: Hay que laburar, yugar, sudar la camiseta. Y a todos les sucede lo mismo. No hay genios, hay talentosos laburadores.
Ahora, arrodillate y comenzá: Pantalla en blanco que estás enfrente de mí, santificado sea el abecedario, venga a nosotros tu reino de palabras, hágase la voluntad del dios google mediante un googletorming, aquí en la compu como en la impresora, el pan Fargo nuestro de cada día dame hoy, y no nos dejes caer en el plagio, líbranos de ese mal... amén.
Y amen, no dejen de amar... contra viento y marea. A tu profesión, al semejante, a tu nuevo amor...
-Señores pasajeros, el comandante les anuncia el arribo a la ciudad etcétera, permanezcan en sus asientos... etcétera.
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