Maarten Hartveldt es el dueño de ese maravilloso mundo llamado Chapel Studio. (En las fotos, diferentes lugares decorados ad hoc por un artista plástico). Toda una iglesia transformada en estudio de grabación, con dos versiones tecnológicas: una digital y otra analógica, según el gusto de los artistas.Qué buena fue la experiencia de grabar en Italia algunos arreglos sobre el master que Marteen envió desde Holanda, para versionar con voz principal y coros, varias de sus composiciones musicales. Eso tiene de mágico todo arte, hablo del universo intuitivo que permite comprender los gustos de alguien solamente escuchando la inspiración de sus melodías. Y adosarle encima de lo que él hizo, lo que nuestras neuronas nos habiliten imaginar. Y ya que hablo de esto, con cuánta certeza la neurobiología nos dice que el pensamiento no está en la cabeza como habitualmente se cree sino en todo el cuerpo, son flujos en paralelo -memoria, fantasías, emociones, posturas, fenómenos perceptivos, recuerdos...- desplazándose a su gusto y paladar, formando una globalidad unificada.
Como vemos, también es tarea de creativos entender cómo funcionamos los seres vivos.
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