miércoles, 21 de mayo de 2008

LOCUTORES Y EL TONO BRITISH



Hay veces que un spot necesita que se locute en tono british, esto es dejar de darle énfasis a las palabras del texto. Gana la atención del oyente; recordemos que un comercial no está solito en una tanda sino en medio de una maraña de avisos que se escapan del interés que debieran provocar. Este recurso, además de sus valores intrínsecos, tiene el propósito de tratar a la marca sin que se note demasiado que del lado del auspiciante existe el natural deseo de respuesta de compra. Por eso, el director de grabación cumple la función de hacer señalamientos al profesional de turno. Corrientemente, éste viene con algunos tics incorporados durante la carrera que los habilita.

El inolvidable Cacho Fontana, que se cansó de cosechar éxitos ganados en buena lid, tuvo la malhadada ocurrencia de esdrujulizar algunas palabras. Recuerdo que decía CON SÉGURIDAD, en el programa Odol Pregunta, y convertía ese término, que lleva acento prosódico en la A, en un neologismo sui generis. Quizá fuese una licencia que sólo le quedaba bien a él. Pero, sin proponérselo, tuvo imitadores que desnaturalizaron el lenguaje.

Podría explicarse que lo hacía para conseguir mayor énfasis. Pero, si probáramos locutar esa frase en tono british, lograríamos el mismo propósito, sin imponerle nada al público. Recordemos: el que obliga es descartado en el acto; así funciona el oído de los oyentes.

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