domingo, 15 de junio de 2008

CREATIVIDAD E INNOVACIÓN. TÉCNICAS


Suelo sostener que la creatividad compromete nuestra vida, nunca sabremos si será necesario pedirle ayuda a cada rato o esporádicamente. Personalmente, creo que una actitud creativa abre un campo de ejercitación diaria. Lleva a preguntarnos si es posible mejorar lo que vemos, lo que usamos, lo que sentimos, lo que escuchamos, lo que perciben las papilas gustativas, lo que olfateamos, en suma todo cuanto experienciamos. Y también lo que somos capaces de imaginar hacia adelante, a través de la visualización en prognosis, para contemplar escenarios futuros.

La tecnología de la creatividad desenvuelve varios métodos para despertarla y avanzar un poco más: desembocar en la innovación. Lo que necesitamos SIEMPRE es disponer de un DISPARADOR cualesquiera, por más arbitrario que parezca. Ese gatillo es la jugada de apertura para ir más allá de nuestros límites.

Las más conocidas recomiendan hacer un brainstorming (tormenta de ideas). La señal de partida será: preparados, fuego, apunten. Es decir, tomar una palabra central y luego dispararle indiscriminadamente todo cuanto se nos vaya ocurriendo, en asociaciones libres comprometidas con esa palabra. Sin juzgar a priori si la calidad es buena, regular o mala. Una vez finalizada la sesión, se las pasa por un filtro, para que queden las más apropiadas. Cuidado, muchas veces se descartan sin rodeos algunas ideas que, bien miradas, luego traen de la mano innovación. Eso dependerá del contexto real en el cual se analizan.

El Googletorming sería una variante de lo anterior. Hoy, gracias a Google (y otros buscadores), es posible colocar una sola palabra y mágicamente aparecerán miles de voces asociadas a la primera. Ok, esos son los disparadores de los que hablamos. Seguramente, encontraremos decenas de motivadores para encontrar una salida al callejón.

La sinéctica es un recurso interesante: se trata de volver familiar lo desconocido y de volver conocido lo que no es familiar. Es relacionar cosas que a primera vista no tienen nada que ver. (El jueves, con mis alumnos de TEA, pusimos un ejemplo. Relacionamos la palabra maletín con la palabra Dios. Qué vínculos tendrán? Las asociaciones forzadas que aparecen son innumerables y rinden muchísimo!)

Hacer preguntas: ¿Qué pasaría si….? Ejemplos: ¿qué pasaría si en vez de sol viviéramos de noche? ¿Qué pasaría si trabajáramos solamente los lunes?

Jugar con el lenguaje: Gracias a ello, Lino Palacios inventó sus inolvidables personajes Radragas, que conversaba usando solamente palabras que llevaran por letra la A. (Cara marcada mandaba banda armada/ Malandras malas fachas/ Alarmaban a Manhattan (…); Fernéndez (solamente la E: Ves ese vejete enclenque que pretende meter el flete en el pesebre? Es Fernéndez, el demente); y Rodolfo (solamente la O). Lo hizo muchos años antes que Giecco compusiera Ojo Con Los Orozco (Nosotros no somos como los Orozco/ yo los conozco, son ocho los monos: Pocho, Toto, Cholo, Tom, Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo.)

La biónica: observar la vida y encontrar modos de imitarla tecnológicamente. Ejemplos: las patas de los patos inspiraron las patas de rana. El velcro se inventó cuando alguien notó que los abrojos se le pegaban a la ropa; Da Vinci se inspiró en las alas de los murciélagos para ensayar el primer artefacto que volaba.

Resumen: todo vale para inspirarnos nuevas ideas. Luego, ellas pueden llevarnos por el camino de la innovación. La ruptura del paradigma será lo más fuerte que podamos encontrar.

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