martes, 17 de junio de 2008

CREATIVIDAD SÓLO SI VENDE


Mi amigo y ex alumno Joaquín Prior Galipienso me ha dado una gran alegría. Recibí un mail en donde cuenta que ahora está trabajando en lo que le gusta, y no en su profesión, la de ingeniero industrial. Joaco es creativo de una importante agencia de Murcia, España. Quienes me conocen sabrán lo feliz que me siento, porque siempre lamenté cuando alguien dice que no dedica sus horas a lo que realmente le trae placer.

Reproduzco un breve tramo de su mail, a propósito de la respuesta que le envié: Quizá sea la parte creativa del trabajo la que más me cuesta, pero también la que más me gusta. Es cierto eso de que la creatividad hay que cultivarla y darle de comer... joder! y tanto! pues aunque ya he tenido ideas que han gustado, cada vez resulta más difícil sorprender realmente. Recuerdo muy a menudo las técnicas que nos enseñaste en clase y con frecuencia me arrodillo ante los vinilos de Piazzola, los versos de Sabina o escenas de Amélie... por si andan dispuestos a echarme un cable.

Mi respuesta fue que uno tiene que cuidarse de la mentada creatividad, suele ser demasiado contraproducente si atenta con la recordación de marca. En nombre de ella se pierde que aquella se instale en la cabeza del consumidor, se vuelva memorable. Porque un creativo, a mi entender, tiene que intuir si realmente la inversión publicitaria logrará efecto en la gente, en el sublime acto de comprar tal producto. Insisto permanentemente con este tópico. Aquí dos más dos son cuatro, no hay vuelta de hoja. Habría que comenzar entonces por el final y volver al principio. La formulita sería: primero, garantizar las ventas; luego, la creatividad PARA FIJAR LA MARCA. Entonces el objetivo se logrará por añadidura.

Me alivia saber que Joaquín lo comprendió a las claras. Una vez le invité a que pasara al frente de la clase, en Artilaria, y que vendiera un producto que terminaba de inventar, ante importantes empresarios de ficción. Y lo hizo de maravillas, ostras!

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