domingo, 29 de junio de 2008

CUÁL MENTE CREATIVA ELEGÍS TENER?



Los investigadores Paul Koris y Dudley Lynch escribieron el magnífico libro La Estrategia del Delfín. Es interesante porque aborda una de las tantas visiones acerca del mapa del cerebro.

Nos dicen que nuestro cerebro puede tener las características del delfín, del tiburón, la carpa y la carpa pseudoilustrada.

a) La mente-cerebro del tiburón tiene como lema Si yo gano, tú pierdes. Es la mente que mira para afuera, que cela, que desperdicia una enorme energía, negocia a todo o nada, es egoísta tonto, no le importa demasiado quedar mal, con tal de protagonizar.

b) La mente-cerebro de la carpa levanta la bandera Yo no me meto, no sea que pierda. Ama la seguridad plena, no sabe que a Seguro se lo llevaron preso. Es el carácter cementerio: en el largo plazo estamos todos muertos, para qué complicarme la existencia si con lo que tengo está OK…

c) La mente-cerebro de la carpa pseudoilustrada es inteligente, sí, pero obra como diciendo mirá qué bueno que soy, creo que todos lo son… Peca de cierta ingenuidad, aunque si se puliera sería un carbón transformado en piedra preciosa; es una mente de delfín en potencia, nunca en acto.

d) La mente-cerebro del delfín es holística, usa los dos hemisferios, mira el árbol y también el bosque. Orientada hacia la sabiduría que nos dice hay para todos, muchachos; si a vos te va bien, seguro a mí también. Vení que te ayudo, tranqui, sé en lo que soy bueno y único, por tanto no envidio lo que vos sos

La mente-delfín es exploradora, reacciona de modo creativo, no se amilana ante adversidades, se adelanta al tiempo no más de cinco minutos, como dijo Woody Allen, porque caso contrario la gente no te entiende. Va por los caminos menos transitados, sabe que pueden ser sorprendentes. Posterga el goce en vez de tirarse de cabeza sobre él. Cumple siempre: entiende que del otro lado hay alguien esperándonos. Incursiona en todas las posibilidades de su capacidad innata. Sus ídolos son quienes comparten su vida, por eso, cuando está con sus verdaderos amigos los cuida, los protege, les da aliento. Porque los ídolos inalcanzables son simplemente seres con pies de barro. Admira en punto justo, tiene claro que admirar es algo digno de mirarse, nada más. Y es humilde, por eso carece de miedo a la vida, de fobias de encuentro; se abre en plenitud reconfortante. Y su esdrújula es entender cada vez más el sentido de la alteridad.

Ya vemos que el desarrollo de la personalidad creativa no es algo que se enseña precisamente en los claustros.
Desaprender lo aprendido, lo que ya no sirve para nada… por ahí va la cosa.

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