domingo, 22 de junio de 2008

INSPIRACIÓN, VEN A MÍ.



No se me cae media idea, me hallo en un punto de saturación. Sé que las musas no existen, pero suelen aparecer de golpe, para confirmar que que las hay las hay.
¿Será? A ver, voy a hacer una lista de algunos disparadores, para que me lleven por caminos que desconozco.

º Gente… evoco lo último que recuerdo me sucedió con fulano. ¿Da para extraer una idea?

º Historias…
alguna que me haya hecho reír mucho, no sólo de la actualidad; no, voy a retroceder varios años. Lo anoto en un lugar. ¿Me está tirando puntas? No sé, probaré más.

º Fotografías...
Voy a mi compu, miro pictures a troche y moche… ¿Hay algo escondido y luego de un rato digo tochi?

º Conceptos… Hago asociaciones libres y dibujo un mapa irradiante, o sea, la idea central comienza a lanzar líneas asociadas.

º Discusiones... La vez que en medio de una riña verbal, distraído, dije: -La pata de esta silla está floja, hay que encolarla… ¿Qué tuvo que ver esa frase en medio de una disputa? ¿Qué tuvo que ver ese detalle con la charla animada? Nada, absolutamente nada. Pero puede ser una buena idea para meterla en el comercial televisivo que estoy haciendo.

º Humor… Me gustan las historias hilarantes reales, que sucedieron de verdad. Como la vez que miraba tele y mi perro Murphy se plantó delante de mí y, de la nada, empezó a discutirme con sus ladridos. Me reí tanto que rompí una silla de Colombraro, y me caí estrepitosamente… ¿Da?

º Viajes… ¿qué sentía mientras regresaba a Argentina, el 31 de diciembre de 2001? Comienzo un spot haciendo ingresar la voz de una azafata que dice: -Señores pasajeros, en nombre del comandante y la tripulación, les deseamos feliz año nuevo… ¿Cómo encajo ese momento con lo que necesito ahora?

º Psicoanálisis… ¿sirve evocar alguna sesión reveladora, tipo telenovela de suspenso?

º Música… ¿qué siento cuando veo un video de Björk, la cantante más cara del mundo?

Bien, no me sale nada. Entonces apelaré al mejor recurso. Dejar de pensar, salir a pasear, ir al supermercado, cocinar, bañarme, cortarme la barba, ordenar mis libros… Ahora sí que van apareciendo ideas. Las anoto, dejo que descansen y luego prendo la computadora. Lo demás llega solo.

No hay comentarios: