jueves, 15 de enero de 2009

DARLE PALANTE



-¿Cómo vamos a hacer un grabador sin parlantes y con auriculares, para que lo escuche una sola persona?! Es algo tonto, no?

Eso oyó decir a uno de los ingenieros de Sony su cofundador, Masaru Ibuka, además autor del libro El jardín de infantes es demasiado tarde. (El libro señala que entre los 9 meses y los 3 años es el período más importante para aprender).

-Otra cosa, don Ibuka… Ud. dice que el aparato no necesariamente tiene que grabar? Entonces?

Entonces ya no será un grabador sino un reproductor; se llamará walkman, costará más barato que un grabador y servirá para escuchar música en casetes. Casetes?, dirá alguien que haya nacido apenas unos años atrás. Con qué se come? Qué es un casete?

Esta anécdota real habla a las claras de que hay otro modo de hacer las cosas. Sólo basta con suprimir la frase siempre lo hemos hecho así. O… no va a funcionar.

Mi padre inventó (figura en el registro de inventores) un corta corriente individual, no general. Lo hizo al ver que mi hija –como todos los bebés que empiezan a caminar- trataba de meter los dedos en el enchufe. Además, el corta corriente general era caro y su invención apenas costaba unos pesos. El sistema era muy simple: en cada enchufe se metía un adminículo que cortaba la corriente en ese lugar, no en toda la casa. Una tontería muy útil, por cierto.

Hace unos meses, mi vecina me despertó a eso de la una de la mañana, intoxicada por las emanaciones provenientes de tres mamaderas, que dejó hirviendo en una olla para desinfectarlas; se recostó, con la idea de levantarse… pero se quedó dormida. El agua se evaporó y el plástico empezó a fundirse y a largar un humo tóxico. Podría haber pasado que no contara la historia, pero afortunadamente se despertó.

Al otro día daba mis clases en Artilaria. Relaté esta historia y les pedí a mis alumnos que idearan el modo de evitar ese accidente. Surgieron soluciones conocidas y desconocidas. Lamento no poder exhumar en mi memoria la idea más práctica que inventaron, olvido que no sucederá este año porque pienso filmar todas las clases.

Pero, cómo? Mis alumnos son inventores? Sí y no! Lo son cuando nadie los reprime, cuando se los deja volar, cuando se los ayuda a encontrar alguna salida. Y siempre encuentran soluciones? Por desgracia sí. Es una lástima que las ideas queden ahí, aunque siempre les digo que vayan y las registren.

Ahora… Ustedes se van dando cuenta de lo que sucedería en todas las escuelas del planeta si habilitaran un espacio para la creatividad?!

Claro que lo imaginan. Viviríamos mejor, pero eso no es tan bueno… al parecer.
Por eso me da bronca. Porque repito el síntoma del cuentito proveniente del psicoanálisis. Preguntan a un normal, un neurótico y un sicótico cuánto es dos mas dos.

En normal dice cuatro. El sicótico dice seis. Y el neurótico responde: -Dos más dos son cuatro… pero me da bronca, me da bronca, me da bronca…

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