lunes, 21 de julio de 2008

LÍNEAS BÁSICAS PARA UN GUIÓN



En Google –casa central de USA- las oficinas están provistas de pizarrones, para que los empleados anoten chispazos, flashes. Es un método muy aconsejable, uno se olvida pronto y después sólo cabe lamentarse.
Por eso, cuando nos disponemos a encontrar ideas, en la caja de herramientas de la creatividad tiene que haber una tijera y papeles o cartulinas cortadas, más o menos del mismo tamaño, para comenzar a escribir.

Ayer conversé con un amigo y me contó que tiene la idea central de una película. (Olvidé decirle que lo más difícil de un guión es corregirlo, uno nunca tiene ganas de hacerlo…)

El método simple, básico, para iniciados, se denomina trozos de morfología. En uno de los papeles, anotamos el nombre de los personajes. En el segundo, las palabras relacionadas con la realización de una acción. En el tercero, detallamos los objetos; en el cuarto las locaciones; en el quinto, qué papel representará cada uno.

No se limita únicamente a esto, cuanto más consignemos, en otras tiras de cartulina, mejor.

TIRA CARTULINA 1

1- Ernesto
2- Encuentra
3- Moneda
4- Pasillo
5- CURA

TIRA CARTULINA 2
1- Peter
2- Camina
3- Espejo
4- Supermercado
5- ESPOSO


Una vez terminado el planteo general, comencemos a ver si salen ideas.

Por ejemplo… Ernesto encuentra una moneda tirada en el pasillo de una iglesia, se agacha para levantarla y cuando levanta la cabeza se encuentra con que un cura lo está mirando…

Variante: Ernesto se encuentra con Peter, al que ve desde el espejo de un supermercado; un cura juega con una moneda mientras se dirige a un pasillo que da al toillette.

Esto pareciera ser más jugoso.

Nota: Son ejemplos arbitrarios que sirven para salir de la inacción. Los argumentos comienzan de mil modos distintos. Luego viene el guión literario, con el difícil manejo de los diálogos; a la vez, escribimos el guión técnico.
Es útil correr de lugar los papelitos anotados y, en consecuencia, cambiaremos el argumento del filme, contado en dos o tres páginas.


Desde el comienzo, hacemos señalamientos más o menos claros, por ejemplo:

INTERIOR SUPERMERCADO. TARDE.

Ernesto se muestra turbado por la presencia de Peter, al que ve llegar desde un inocente espejo que oficia de mirada retrovisora. Su concentración se dispersa frente al ingreso de un sacerdote que juega absurdamente con una moneda; su ateísmo recalcitrante confunde las decisiones a tomar y se mezclan en un paranoico sinsentido. Qué hace un cura ahí, en ese instante, eternizado en los tiempos marcados por una abrupta e incontrolable aceleración cardíaca?

Ok, algo comenzamos a hacer; la tragedia de la pantalla en blanco ha quedado atrás. Ahora, a trabajar en serio.

No hay comentarios: