viernes, 27 de marzo de 2009

RICARDO LLUSÁ. ARTISTA FILÁNTROPO



Reencontrarme, aunque sea telefónicamente, con mi amigo Ricardo Llusá, es el lujo que no todos los días uno puede darse.

Ricardo es un exquisito contrabajista, coreuta, actor, sonidista, productor de películas; un multidisciplinario que ha puesto el hombro –en uno y otro rol- a filmes como Ciudad sin luz; Un amor en Moisés Ville; El cerco del cielo; Vecinos; Gerente en dos ciudades; Abre El Helvético.

Pero hay algo por afuera de todo eso: es uno de los tipos más amados de la ciudad de Santa Fe. ¡No cualquiera, vamos!

¿Qué tiene Ricardo? Por empezar, una humanidad de un metro noventa, en cuyo interior habita un enorme corazón, que late para dar cuerda a su generosidad descomunal y a una humildad pocas veces vista.

Yo sostengo que es de otro planeta, pero ese secreto nunca lo va a revelar.

Él siempre, sin claudicar una sola vez, dejó de lado sus tareas para dar una mano. Les cuento: hace muchos años, estábamos abocados a la labor de componer música publicitaria. No existía la Internet, tampoco grabadores que no fuesen a cinta abierta. Mucho menos keyboards que permitieran reemplazar con una tecla instrumentos reales por una orquesta completa, en un solo teclado. Había que hacerlo casi todo a pulmón.

Grabábamos en el estudio de Fito Forni, tarea que luego tomó su hermano, Adrián Forni, hoy propietario de uno de los estudios de grabación más completos de la ciudad de Santa Fe. Y, cuando hubo que transportar “la chancha”, Ricardo la cargaba en el techo de su automóvil y aceleraba rumbo a la casa de los Forni, a unas cuadras del Club Unión. Era ir de un extremo a otro, perder horas, ensayar, grabar, regresar.

Bien, este santo cuyo bastón de lucha es el arco, nunca dejó de tomarse las cosas con una sonrisa o una fuerte carcajada. Porque su humor es tan exquisito como su don para la interpretación de cualquier tema musical. Por sobre todo, es un gran músico de jazz.

Desde este blog va mi sincero tributo, Ricardo! Aunque sé que todo lo que pueda decir de vos nunca alcanzará a transmitir lo que aprendí estando a tu lado; no hay palabras que valgan, por más que las busque no las voy a encontrar.

¿Cómo se agradece a alguien que perfiló tu carrera y le dio sentido a tus sueños? Imposible, man, imposible…

No hay comentarios: