Cuando generamos una idea, tiramos sobre la mesa cualquier ocurrencia. La pregunta siguiente sería: ¿Es posible concretarla? ¿Cuál será el impacto en quienes la están evaluando? ¿Por qué resultará viable?
En el juego que hicimos en clase, la consigna fue idear sobre la marcha. De todos modos, no hay que olvidarse de repensar cuáles serán sus probabilidades reales.
2 comentarios:
Domingo, muy bueno tu curso, interesantísimo para los jóvenes que empiezan en este mundo.
Te felicito.
Un saludo
Diegueta
Eh, Diegueta, muchas gracias! Con palabras así, dan ganas de mejorar!
Gracias, capo!
Un abrazo!
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